
Algunos republicanos están distanciándose de la declaración de victoria y de la teoría del presidente Donald Trump, que señala que los demócratas «buscan robarse las elecciones».
Normalmente, los republicanos no se desmarcan o no muestran su desacuerdo con el presidente en público. Uno de los aliados fieles de Trump, Mitch McConnell líder de los republicanos en el Senado, dijo el miércoles a periodistas en Washington DC que «no se reclamar la victoria hasta que finaliza el conteo» de votos.
Entrada la madrugada, Trump se dirigió en un breve mensaje al país en el que aseguró, sin tener los resultados definidos, que era el gran ganador de las elecciones y además hablo de un supuesto plan de los demócratas para «robarse las elecciones», que se sería el «mayor plan de fraude del país».
McConnell, no es el único que desvirtió las declaraciones de Trump. El gobernador de New Jersey, Chris Christi, que también ha sido uno de los mayores aliados y defensores del presidente, dijo el miércoles por la mañana, que «no hay tal base o argumentos para hacer esa aseveración», con respecto al supuesto fraude que señala Trump.
«Hay que dejar que el proceso se desarrolle antes de señalar alguna falla. Si prematuramente haces esto estás socabando tu credibilidad. Creo que esta es una mala estrategia, una mala decisión política y no es el tipo de decisiones que debe hacer alguien que tiene el cargo que tiene», agregó Christi.
Entre los republicanos que expresaron su desacuerdo a las declaraciones que dio el presidente Trump el miércoles por la mañana se suman, los senadores por Illinois, Adam Kinzenger y Marco Rubio, de Florida. Además, el gobernador por Maryland, Larry Hogan, señaló que es «indignante» que el presidente cometa un «error horrendo».